Doña Mencía la adelantada
Doña Mencía la adelantada
Autor: Josefina Cruz de Caprile
Editorial: Ediciones Castellanas
I.S.B.N: 978-9874585127
Nro. de Páginas: 355
Tamaño: 15 x 21 cm
Tapa: Blanda
Idioma: ESPAÑOL
SINÓPSIS
De los puertos españoles, zarpa una expedición insólita rumbo al Río de la Plata. La flota se encuentra al mando de una mujer extraordinaria, Doña Mencía Calderón de Sanabria. Pero ella no se embarca sola sino que un grupo de mujeres la acompaña. ¿Por qué iban tantas mujeres a las Indias? Estos viajes no estaban hechos para damas y además las condiciones de vida en América dejaban mucho que desear. Este viaje tenía una misión en concreto: estabilizar la vida familiar española. Doña Mencía, tras la muerte inesperada de su marido, con bravura decide hacerse cargo de la empresa. En 1550, con el título de Adelantada en su mano y acompañada por estas damas de noble linaje extremeño parte para cumplir con su objetivo. ¿Logrará llevar sanas y salvas a sus damas?
Grandes figuras de nuestra historia americana proceden del noble linaje de Doña Mencía Calderón de Sanabria, considerada como madre del Río de la Plata. Sus dos hijas, María y Mencía, dieron a esta ilustre dama numerosos nietos. Entre ellos se destaca la figura de Hernando de Trejo y Sanabria. Este niño “nacido en la tierra”, llegará a ser obispo de Tucumán y fundador de la primera Universidad Argentina, nuestra Universidad de Córdoba. Otro nieto preclaro fue Hernandarias, el centauro de La Pampa, el brazo secular de la Justicia, el fundador de las Misiones que evangelizaron al indio y, como bien dijera D. Raúl Molina, el “último y tal vez más grande conquistador del Río de la Plata”
Doña Mencía y su armada de mujeres
Nuestros escritores, me refiero a novelistas y poetas, han demostrado poco interés por indagar nuestro remoto pasado, y en el Río de la Plata, no hay ninguna novela histórica digna de mención que evoque aquellos tiempos heroicos de la Conquista.
La expedición Sanabria, mejor dicho Doña Mencía de Calderón, y su armada de mujeres, presentan todas las características de una novela y, confieso, que no bien me enteré de este extraordinario suceso por archivos y bibliotecas, me puse a seguir el rastro de esta singular armada. El Autor