LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO SEGÚN LOS PADRES DE LA IGLESIA

La figura señorial de Cristo

Autor: SÁENZ, ALFREDO

Editorial: GLADIUS

I.S.B.N: 978-9876590174

Nro. de Páginas: 433

Tamaño: 14 x 19,5 cm

Tapa: Blanda

Idioma: ESPAÑOL

 

SINÓPSIS

En los tiempos fundacionales de la Iglesia, la interpretación de la Sagrada Escritura constituía uno de los capítulos principales de la doctrina cristiana. Teniendo en cuenta el todavía escaso bagaje de la labor dogmática y de la teología desarrollada, la exégesis bíblica ocupaba un lugar predominante tanto en el catolicismo como en las primeras sectas; lo principal del “ministerio” se encontraba en la interpretación de las Escrituras, en particular de sus parábolas evangélicas. Por ello es muy acertado aquello que señaló el primero protestante y después católico Erik Peterson, al sostener que “ En aquellos tiempos, el bajo el velo de las alegorías y de los símbolos en la interpretación de la sagrada escritura, para revelarse a quién tuviese un intelecto espiritual”.

No pocos autores concuerdan en considerar así las parábolas, lo que nos parece importante para poder atisbar, al menos en parte, el mensaje que Dios nos envía a través de la Escritura, por medio de la cual nos ha abierto el camino a “los tesoros ocultos de su divinidad, de su sabiduría y de su misericordia”.

 

BIOGRAFÍA

Alfredo Sáenz nació en Buenos Aires el 21 de enero de 1932. Ingresó en el Noviciado de la Compañía de Jesús en 1949. Tras concluir el trienio de Humanidades hizo sus estudios de Filosofía y Teología en el Colegio Máximo de San Miguel, obteniendo allí la Licenciatura en Filosofía. El 21 de diciembre de 1962 se ordenó de sacerdote. Dos años después fue enviado a Roma para perfeccionar sus conocimientos. Se inscribió en la Universidad Pontificia de San Anselmo, donde elaboró su tesis académica sobre un tema patrístico, siéndole conferido el Doctorado en Teología con especialización en Sagrada Liturgia.

Vuelto a la Argentina, enseñó en el Colegio Máximo de San Miguel, y luego, a requerimiento del Arzobispo de Paraná, mons. Adolfo S. Tortolo, colaboró durante varios años en el Seminario de dicha Arquidiócesis, dedicándose a la formación de los seminaristas, a través de la dirección espiritual y la docencia. En ese lapso fue asimismo secretario de redacción de la revista cuatrimestral Mikael, donde escribieron personalidades del país y del extranjero, y que llegó a totalizar 33 volúmenes a lo largo de 11 años.

Actualmente vive en Buenos Aires, en la Residencia “Regina Martyrum”, de la Compañía de Jesús, donde se dedica a una intensa actividad literaria. Ha escrito más de un centenar de artículos y cerca de 60 libros. Es, además, profesor de Patrística en la Facultad de Teología de San Miguel, dependiente de la Universidad del Salvador, conferencista y predicador de Ejercicios Espirituales.

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I.S.B.N: 978-9876590174

Nro. de Páginas: 433

Tamaño: 14 x 19,5 cm

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SINÓPSIS

En los tiempos fundacionales de la Iglesia, la interpretación de la Sagrada Escritura constituía uno de los capítulos principales de la doctrina cristiana. Teniendo en cuenta el todavía escaso bagaje de la labor dogmática y de la teología desarrollada, la exégesis bíblica ocupaba un lugar predominante tanto en el catolicismo como en las primeras sectas; lo principal del “ministerio” se encontraba en la interpretación de las Escrituras, en particular de sus parábolas evangélicas. Por ello es muy acertado aquello que señaló el primero protestante y después católico Erik Peterson, al sostener que “ En aquellos tiempos, el bajo el velo de las alegorías y de los símbolos en la interpretación de la sagrada escritura, para revelarse a quién tuviese un intelecto espiritual”.

No pocos autores concuerdan en considerar así las parábolas, lo que nos parece importante para poder atisbar, al menos en parte, el mensaje que Dios nos envía a través de la Escritura, por medio de la cual nos ha abierto el camino a “los tesoros ocultos de su divinidad, de su sabiduría y de su misericordia”.

 

BIOGRAFÍA

Alfredo Sáenz nació en Buenos Aires el 21 de enero de 1932. Ingresó en el Noviciado de la Compañía de Jesús en 1949. Tras concluir el trienio de Humanidades hizo sus estudios de Filosofía y Teología en el Colegio Máximo de San Miguel, obteniendo allí la Licenciatura en Filosofía. El 21 de diciembre de 1962 se ordenó de sacerdote. Dos años después fue enviado a Roma para perfeccionar sus conocimientos. Se inscribió en la Universidad Pontificia de San Anselmo, donde elaboró su tesis académica sobre un tema patrístico, siéndole conferido el Doctorado en Teología con especialización en Sagrada Liturgia.

Vuelto a la Argentina, enseñó en el Colegio Máximo de San Miguel, y luego, a requerimiento del Arzobispo de Paraná, mons. Adolfo S. Tortolo, colaboró durante varios años en el Seminario de dicha Arquidiócesis, dedicándose a la formación de los seminaristas, a través de la dirección espiritual y la docencia. En ese lapso fue asimismo secretario de redacción de la revista cuatrimestral Mikael, donde escribieron personalidades del país y del extranjero, y que llegó a totalizar 33 volúmenes a lo largo de 11 años.

Actualmente vive en Buenos Aires, en la Residencia “Regina Martyrum”, de la Compañía de Jesús, donde se dedica a una intensa actividad literaria. Ha escrito más de un centenar de artículos y cerca de 60 libros. Es, además, profesor de Patrística en la Facultad de Teología de San Miguel, dependiente de la Universidad del Salvador, conferencista y predicador de Ejercicios Espirituales.