Las hojas de la higuera.

Autor:  Javier Anzoátegui.

Editorial: Vórtice

I.S.B.N: 978-9879222911

Nro. de Páginas: 515

Tamaño: 15 x 23cm

Tapa: Blanda

Idioma: ESPAÑOL

 

SINÓPSIS

Querida Gloria:

Esta narración desordenada fue escrita para consuelo y aliento en los tiempos de confusión y angustia que sobrevendrán. No he sido yo su autora: fue dictada en sueños, quizás por un ángel. Yo sólo le di verbo humano, empañando su belleza original. Dios lo ha querido así, Él sabrá por qué. De cualquier modo, es posible que jamás vea la luz: tal vez se convierta en vieja antes de nacer. Así de veloces se suceden los acontecimientos, las pruebas y la persecusión. Está dirigida a unos pocos, a los que quizás les sirva. Te ruego, querida amiga, que procures ordenar los acontecimientos y que, como tú sabes, le des forma de cuento o de novela, para que llegue a la mayor cantidad de gente. Como leerás en el manuscrito, nuestra misión es salvar corazones. No mucho más. En cualquier caso, lo que escribas no debe ser publicado sino después de mi muerte, aunque antes del año 24 del siglo próximo. Creo que luego sería demasiado tarde. Ruego al Señor que acorte el tiempo de la tribulación y que a todos nos dé fuerzas para mantenernos fieles. Tuya en el afecto,

Betty Alfomega, la vidente de Mariló

Agosto de 1986 

 

Las hojas de la higuera.

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Autor:  Javier Anzoátegui.

Editorial: Vórtice

I.S.B.N: 978-9879222911

Nro. de Páginas: 515

Tamaño: 15 x 23cm

Tapa: Blanda

Idioma: ESPAÑOL

 

SINÓPSIS

Querida Gloria:

Esta narración desordenada fue escrita para consuelo y aliento en los tiempos de confusión y angustia que sobrevendrán. No he sido yo su autora: fue dictada en sueños, quizás por un ángel. Yo sólo le di verbo humano, empañando su belleza original. Dios lo ha querido así, Él sabrá por qué. De cualquier modo, es posible que jamás vea la luz: tal vez se convierta en vieja antes de nacer. Así de veloces se suceden los acontecimientos, las pruebas y la persecusión. Está dirigida a unos pocos, a los que quizás les sirva. Te ruego, querida amiga, que procures ordenar los acontecimientos y que, como tú sabes, le des forma de cuento o de novela, para que llegue a la mayor cantidad de gente. Como leerás en el manuscrito, nuestra misión es salvar corazones. No mucho más. En cualquier caso, lo que escribas no debe ser publicado sino después de mi muerte, aunque antes del año 24 del siglo próximo. Creo que luego sería demasiado tarde. Ruego al Señor que acorte el tiempo de la tribulación y que a todos nos dé fuerzas para mantenernos fieles. Tuya en el afecto,

Betty Alfomega, la vidente de Mariló

Agosto de 1986