Las Creaturas Espirituales

Autor: Sto. Tomás de Aquino

Editorial: Gladius

Nro. de Páginas: 492

Tamaño: 14 x 20 cm

Tapa: Blanda

Idioma: ESPAÑOL

 

SINÓPSIS

La pluralidad jerárquica de los seres que pueblan el universo es una sinfonía que canta la suprema perfección de Dios. La criatura espiritual, situada en el vértice de este universo, creatural e icónico, es la más perfecta por ser la más próxima a Dios; si ella faltara, la perfección del universo no sería plena pues faltaría, digamos así, la nota más alta y bella de esa sinfonía. El alma humana es una de esas criaturas espirituales. Ella es la más pequeña de las sustancias intelectuales,  pues para poder ejercer su función propia, el entender, requiere de la unión con el cuerpo. Así, el alma humana se sitúa en el confín de lo visible y lo invisible. El hombre se sitúa en ese confín. Éste es, tal vez, el verdadero puesto del hombre en el cosmos que tan afanosa e inútilmente buscaba Max Scheler. En la doctrina de la criatura espiritual se halla, pues, halla la clave de la antropología de Tomás de Aquino, es decir, la clave de un auténtico humanismo.

En la Quaestio disputata de spritualibus creaturis, auténtica joya metafísica que, ahora, se presenta en edición bilingüe y anotada, el lector de habla española encontrará una de las más elaboradas exposiciones de la Metafísica y de la Antropología del Doctor Angélico.

Las criaturas espirituales

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Las Creaturas Espirituales

Autor: Sto. Tomás de Aquino

Editorial: Gladius

Nro. de Páginas: 492

Tamaño: 14 x 20 cm

Tapa: Blanda

Idioma: ESPAÑOL

 

SINÓPSIS

La pluralidad jerárquica de los seres que pueblan el universo es una sinfonía que canta la suprema perfección de Dios. La criatura espiritual, situada en el vértice de este universo, creatural e icónico, es la más perfecta por ser la más próxima a Dios; si ella faltara, la perfección del universo no sería plena pues faltaría, digamos así, la nota más alta y bella de esa sinfonía. El alma humana es una de esas criaturas espirituales. Ella es la más pequeña de las sustancias intelectuales,  pues para poder ejercer su función propia, el entender, requiere de la unión con el cuerpo. Así, el alma humana se sitúa en el confín de lo visible y lo invisible. El hombre se sitúa en ese confín. Éste es, tal vez, el verdadero puesto del hombre en el cosmos que tan afanosa e inútilmente buscaba Max Scheler. En la doctrina de la criatura espiritual se halla, pues, halla la clave de la antropología de Tomás de Aquino, es decir, la clave de un auténtico humanismo.

En la Quaestio disputata de spritualibus creaturis, auténtica joya metafísica que, ahora, se presenta en edición bilingüe y anotada, el lector de habla española encontrará una de las más elaboradas exposiciones de la Metafísica y de la Antropología del Doctor Angélico.